viernes, 31 de enero de 2014

Proceso Enfermero y Modelo AREA ¿Están relacionados?

El Proceso Enfermero, o Proceso de Atención de Enfermería (PAE), es un método para la planificación y realización de cuidados enfermeros. El objetivo principal es determinar cual es el estado de salud de la persona, problemas reales o potenciales y proporcionar actividades específicas para resolverlos. 

Hasta los años 70 del siglo pasado, la actividad de la enfermería se basaba en la resolución de los problemas y las respuestas de los pacientes hacia la enfermedad. Poco a poco, a partir de este momento se inicia un interés creciente por la clasificación del lenguaje utilizado, y la necesidad de hacer visibles los resultados conseguidos con cada paciente a través del planteamiento de objetivos, intervenciones y actividades. La clasificación NANDA-NOC-NIC ha permitido desde entonces que el Proceso Enfermero se base en herramientas estandarizadas que se puedan llevar a la práctica clínica. 

El Proceso de Atención de Enfermería es un proceso cíclico, donde los cuidados pueden finalizar si se han alcanzado los objetivos propuestos, o iniciarse una nueva valoración. Consta de 5 fases. Valoración, Diagnóstico, Planificación, Ejecución y Evaluación, las cuales se describirán de forma más específica en próximas entradas del blog. Vayamos por partes... No se tratan de fases aisladas unas de otras, a pesar de ser un proceso cíclico, se encuentran superpuestas unas con otras, por ejemplo: dentro de la fase de ejecución puede realizase también una evaluación. El enfermero debe actualizar de forma continua cada una de las fases ya que el estado de salud es variante.

Parece que aglomerar todas los cuidados, teniendo en cuenta el nivel de prioridad de cada uno de ellos, puede ser algo complicado, y más debido a que el estado del paciente no es estático, sino que varía, y con ello nuestra actuación. Realizar una valoración completa, sistematizada, establecer posibles diagnósticos o seleccionar los problemas principales son algunas de las dificultades que se nos plantean.

Herramientas como el Modelo AREA (Análisis del Resultado del Estado Actual). nos permite estructurar los problemas, centrándolos en los resultados que esperamos obtener, de forma visual. Con este método, podemos organizar los problemas planteados, de forma que desarrollemos nuestra capacidad de pensamiento crítico, y resolver así las las cuestiones y dificultades que se manifiestan a la hora de poner en práctica el Proceso Enfermero. Según el Profesor Pesut, se trata de "la tercera generación en el Proceso Enfermero". Permite realizar una valoración de un paciente de forma completa, sistematizada y que además este centrada en su estado actual, ya que la aparición de numerosas hipótesis diagnósticas puede desencadenar en:

  1. No identificar el problema principal del paciente
  2. No identificar las relaciones existentes entre los problemas detectados
¿Y en qué consiste cada fase del proceso enfermero y cómo se relaciona con el Modelo AREA? En próximas entradas iremos analizando una a una. Pero de momento y y dejando a un lado las definiciones de libro,  a modo de reflexión podemos decir que: 

"El Proceso Enfermero es la vía que nos permite alejarnos de esa invisibilidad que en cierta medida la enfermería ha tenido ante la sociedad. Es aquello que nos hace visible como profesión"

Bibliografía:
  • Bellido JC. Sobre el modelo AREA y el Proceso Enfermero. Inquietudes: Revistas de Enfermería. 2006;35(21-27)
  • Espinosa I Fresnedo C. Entrevista a Daniel Pesut. El modelo AREA, El modelo AREA es la evolución del PAE que se centra en los resultados. AENTDE. Disponible en: http://www.aentde.com/modules.php?name=News&file=article&sid=18

sábado, 18 de enero de 2014

El Pensamiento Crítico: ¿Nos centramos en el problema o en el resultado?

El pensamiento crítico es un pensamiento disciplinado, autodirigido, que "certifica lo que conocemos, y aclara lo que desconocemos". Según A. Le-Fevre

  • Se trata de un pensamiento organizado, racional y crítico para conseguir mejoras y desarrollar nuevas ideas
  • Es curioso sobre las razones que están detrás de una idea
  • Es sensible a la influencia de emociones, pero centrado en lo que es moral y éticamente correcto
  • Es comunicativo y colaborador con otros profesionales cuando se tratan temas complejos
Por tanto, no se trata de un proceso desorganizado, incapaz de aportar nuevas ideas alternativas, guiado por las emociones ni aislado. La razón y la racionalidad hacen referencia a que el pensamiento crítico se basa en las razones, y no en los prejuicios, preferencias o intereses de cada persona.

Es un proceso reflexivo, y en parte es una actitud de investigación ya que se examinan las demandas y declaraciones antes de aceptarlas como ciertas o falsas. Cuando hablamos que una cosa es mejor que otra, debemos preguntarnos en primer lugar ¿Qué significa para esa persona "ser mejor que"?, en segundo lugar, ¿Qué información tiene de que eso sea así?. Se trata de un escepticismo constructivo. 



Es importante entender la diferencia entre el pensamiento centrado en el problema y en el resultado. Por un lado, el pensamiento centrado en el problema es una parte del pensamiento centrado en el resultado. En enfermería es importante la prevención, control y resolución de los problemas para lograr los resultados. Pero por otra parte, se debe tener en cuenta que un problema puede ser resuelto de varias formas. Algunas soluciones pueden ser rápidas, otras temporales o permanentes. El pensamiento centrado en los resultados se basa en la idea de conseguir el mejor resultado para cada problema. Por último, la gran cantidad de problemas puede hacer necesario que nos centremos en los resultados en vez de en el problema en sí.

Si nos basamos en que el pensamiento crítico está centrado en los resultados, debemos determinar qué beneficios y resultados finales se esperan lograr. Es importante diferenciar entre el término propósito y resultado. Un propósito u objetivo es una intención, es decir, aquello que pretendemos hacer. Por otro lado, el resultado indica una consecuencia específica, que son claramente observables y resultados finales deseados. 

Orientarnos hacia los resultados hace que estemos centrados en las personas, que deben demostrar que han conseguido objetivo final, es decir, centrado en los pacientes y familia. Por ello, el pensamiento crítico implica la formulación de dos preguntas:
  1. ¿Cuáles son los resultados que se necesita?
  2. ¿Cuáles son los temas que se deben abordar para obtener esos resultados?
El pensamiento centrado en los resultados no solo significa ser preciso en los problemas, sino precisar los problemas de forma que se obtenga los mejores resultados desde el punto de vista del coste, tiempo y satisfacción del paciente. 


Bibliografía:
Alfaro-Le Fevre R. Pensamiento critico y juicio clínico en enfermería, 4ª ed. Barcelona: Elsevier;2009




viernes, 3 de enero de 2014

Salud y Enfermedad según los significados del paciente

Las relaciones interpersonales que dentro del proceso comunicativo que se crea en los cuidados, hace evidente la importancia de evitar el proceso de despersonalización que a veces, por diversos motivos, se sufren en las relaciones humanas.

Aplicar cuidados de forma general sin tener en cuenta el contexto sociocultural de las personas puede desembocar en la ineficacia de los cuidados. Estas relaciones son imprescindibles para garantizar el éxito de las intervenciones ya que en el por un lado nos encontramos a una persona que necesita ayuda, y por el otro el profesional dispuesto a solucionar los problemas.

De forma bidireccional, debemos correlacionar los dos aspectos que llevan intrínsecos los cuidados: por un lado la aplicación de las técnicas, y por otro las relaciones interpersonales entre el profesional y el paciente. Es importante hacer protagonista al paciente en su proceso de enfermedad, de forma que se implique en sus propios cuidados.

Comprender que es "salud" y "enfermedad" para cada persona, nos ayuda a conceptualizar, enmarcar, y direccionar el acto clínico. Permitir que narre sus experiencias, sus preocupaciones, cuál cree que es el motivo de su enfermedad, cómo le afecta su estado de salud, a qué teme, o qué tratamiento cree que necesita, hace que se implique en su proceso de salud-enfermedad y a nosotros como profesionales conocer en qué contexto nos encontramos, ya que lo importante es determinar "qué significa" para él su enfermedad. y no solo conocer la enfermedad de la que se trata. La Transculturalidad y la Enfermería Transcultural permite proporcionar cuidados adaptados al contexto cultural de cada persona, respetando sus valores y creencias.

La salud es una condición propia de cada persona. Es un error entender la salud como algo que se proporciona a las personas únicamente desde fuera. Los pacientes ya tienen interiorizado qué es lo que esperan encontrar y cuáles son sus expectativas al acudir a un centro sanitario.

Con esto, llegamos a la conclusión que el proceso de enfermedad tiene dos vertientes: la del paciente y la del profesional, que en muchas ocasiones no coinciden ya que nos basamos en distintos supuestos y sistemas de valores también diferentes: manifestar estas diferencias, e intentar saltar los obstáculos que éstas nos presentan, garantizará una correcta comunicación. 

El proceso de adaptación a los cambios que un estado de enfermedad provoca en cada persona tendrá éxito si al paciente se le permite hablar sobre la experiencia de su enfermedad y cuanta con alguien que le escuche de forma empática y terapéutica.